Ayer hice una locura

Poseia varias botellas de Castillo de Ygay de la añada 1925, que iba vendiendo, via subasta virtual, para financiar la compra de otros vinos. La última que me quedaba, dado su mal estado (La etiqueta era irreconocible y la malla metálica estaba..., bueno, no estaba) decidí catarla, por la curiosidad de probar un vino que en teoria estaba en su etapa de declive (por no decir muerto). Me habían dicho que sería conveniente hacer una decantción previa de 24 horas (creo un poco exagerado), por ello la realice el mediodia del sábado a la una, para catarlo el domingo. Pero mis ansias de provarlo me hicieron realizar un segunda aireación siete horas después y lo caté a las nueve. El color de borde casi amarillento pero inpenetable por el centro, no se mucho de aromas, pero aquello era increible, indescriptible, frutos rojos y un puntillo que definiré a nuez. El sabor muy agradable y armonioso, donde el toque de madera se apreciaba perfectamente. ¿Y yo los vendía!, seré burro, tendré de inventarme una escusa para recuperarlos.
Eso sí, dejé la mitad para el domingo, había evolucionado, pero no tenía ese encanto del día anterior. Una lástima.
P.D. Juan Such ¿Eres coleccionista de corchos? Pq yo guardo sin ningún motivo, bastantes e interesantes, y empiezan a hacerme "nosa", si te interesan escríbeme a [email protected].
Un saludo.