Vinos de un "Dios menor"

13 respuestas
    #1
    ramico

    Vinos de un "Dios menor"

    Llegamos al restaurante, nos toma nota el maître, “que vino desean?” empezamos con un Arrayan, “que aquí los colegas extranjeros quiere probar un syrah español, y este creo que les va a gustar”.

    Viene el camarero, descorcha, no sabe que hacer con el corcho y lo pone en el plato de servicio de pan, no lo ofrece a nadie, sirve y adiós.

    Casi nos bebemos el Arrayan sin empezar a comer, como os digo fue para que los acompañantes extranjeros catasen un syrah español, ahora viene lo curioso; para seguir pedimos un Flor de Pingus, oño!!! aquí la cosa cambia, ya se acerca el sumiller, nos pregunta que si lo decanta, que si lo airea, que si tal, que si cual, corcho para aquí, corcho para allá, que quien lo cata?

    Lo único que puedo pensar es que dependiendo del vino el trato es diferenciador.

    Que pensarán las bodegas con vinos de un “Dios menor”?

    #4
    PedroCarroquino
    en respuesta a ramico

    Hummm, es que a veces se ve en las catas

    Ver mensaje de ramico

    Y comentarios con puntuaciones que unos vinos +de y -de...se merecen glosas con valoración diferente y especifica. Yo no comparto. Vamos podria el FdP ( u otro de esos superqueridos) tener menos puntos sin que levantase ampollas o controversia.
    Pero deduzco que el ser humano es clasista.

    Qué divertido!
    salud

    @Malditovino

    #5
    Jilguero
    en respuesta a ramico

    Re: Pero siempre ha habido distinciones entre los VIP, no?

    Ver mensaje de ramico

    En todo...
    Discoteca hasta arriba y un reservado para los que se dejan el dinero...
    Si pagas más por un asiento, te dan una copita de cava. Si eres ";turista"; ni aceitunas.
    Servicio diferente en los restaurantes? Pues claro. Según el dinero que te dejes. Pero eso es así en todo, y con todo. El maldito dinero, un mal necesario. El dinero lo marca todo.

    Saludos,
    Alberto

    #6
    Labrador
    en respuesta a ramico

    Re: Vinos de un "Dios menor"

    Ver mensaje de ramico

    A mi me paso algo parecido en Alimentaria 2005. Estaba en el stand de Marcos Eguren catando sus vinos, San Vicente, Coleccion Privada, Numanthia, pregunte por el Thermantia y me dieron largas. Pero la fortuna se alio conmigo porque en ese momento se acercaba Quim Vila y sin pedir ningun vino directamente se le dieron a probar lo cual aproveche para catarlo.

    En los vinos a partir de cierto nivel de precios hay mucha inflación al igual que en la restauración aunque creo que en los próximos años se va a ajustar y las bodegas van a tener que medir muy bien lo que embotellan y el precio que van a pedir. Este sabado pasado abri una botella de la Cueva del Contador 2003 que habia guardado celosamente en la bodega del pueblo y me decepciono bastante. Menos mal que se la compre directamente al distribuidor pero me imagino la cara de bobo que se me habria quedado si la hubiera pedido en un restaurante. Hace tiempo decidi que los vinos caros solo los probaria en ferias porque la calidad no esta garantizada minimamente aunque a veces, pocas, sigo pecando.

    S2

    PD. Por cierto, ¿cual te gusto mas?

    #7
    ramico
    en respuesta a Labrador

    Re: Vinos de un "Dios menor"

    Ver mensaje de Labrador

    El Arrayan lo maridamos con unos huevos a media temperatura con trufa que le fué de maravilla y el Flor de Pingus con un bonito a la plancha que tambien casó perfectamente. Gustarme más? pues la verdad es que metiendo la variable RCP, el Arrayan gana de calle.

    #8
    albertus
    en respuesta a ramico

    Re: Vinos de un "Dios menor"

    Ver mensaje de ramico

    Me extraña que el comportamiento del sumiller no haya despertado más indignación en los comentarios. A mí me parece que ese sumiller es un impresentable.

    Si un cliente pide un Arrayan y el sumiller no le hace ni caso y a los de la mesa de al lado, que piden Pingus, los trata como a reyes, el cliente que pidió el Arrayan debería hacer lo siguiente: levantarse, pedir la cuenta de malos modos, explicar al maitre por qué y largarse ipso facto del restaurante para no volver jamás.

    Uno sale a cenar para pasarlo bien, no para que lo abochornen, lo desprecien o lo insulten. Aunque pida fanta para acompañar un entrecot: es en esas situaciones cuando se ve si el restaurante tiene clase.

    No olvidemos que el Arrayan no se lo ha traído de casa el cliente: está en su carta (la carta del sumiller, que vive de que el cliente cene en ese restaurante, pida el vino que pida).

    Creo que se equivoca Jilguero cuando dice que tiene lógica que el trato dependa del dinero que te dejes cada vez. El trato debe ser siempre el mismo. ¿Si pido platos más baratos me los traerán fríos? ¿O en platos de plástico?

    Si los consumidores no enseñamos a dar buen servicio a los restaurantes, no lo hará nadie.

    Me gustaría mucho conocer el nombre de ese restaurante que se dedica a insultar a sus clientes para no aparecer nunca por él. Seguro que la comida también estaba mala. El típico restaurante para snobs.

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