Navazos: algunas consideraciones.

14 respuestas
    #1
    Álvaro Girón

    Navazos: algunas consideraciones.

    Ya veo que al foro llegan las primeras apreciaciones sobre Navazos. Me gustaría aportar alguna cosita más sobre este vino fruto de mis conversaciones con Jesús y las dos visitas que realicé gracias a sus buenos oficios a la bodega de Sánchez Ayala.

    Navazos y no ";Navazos 1";. El vino es el primero del que se pretende sea una serie. A su debido tiempo habrá un vino ";2"; que puede ser un fino jerezano, un px, un oloroso, un palo cortado, etc. Hay mucha bota perdida que rescatar. Lógicamente ese vino ";2";, llevará otro nombre que intente reflejar de donde viene. En cuanto a los navazos, decir que hasta hace no muy poco ocupaban una ancha franja entre las edificaciones propiamente dichas del centro de Sanlúcar y la línea de playa. Éste tipo de cultivo en cuveta -de origen al parecer árabe- se extendió grandemente a partir del XVIII en el paisaje sanluqueño, debido en parte a sus magníficos rendimientos -y calidades- en una grandísima variedad de productos hortícolas y frutícolas, y en parte porque servían de barrera defensiva a las dunas móviles, en todo análogas a las que se pueden ver actuar en el vecino Coto Doñana. Según Manuel Barbadillo, constituían una permanente fuente de humedad que era fundamental en el particular microclima sanluqueño y, por tanto, en la crianza de manzanillas. Hoy, desgraciadamente, se encuentran prácticamente desaparecidos.

    Emplazamiento de la bodega. Los cascos de bodega de Sánchez Ayala se encuentran sitos en la Banda Playa, en el Barrio Bajo sanluqueño. La calle se llama así porque, como cabe fácilmente deducir, en el momento en el que se trazó la calle la la línea de costa se encontraba especialmente cercana. Muchas bodegas sanluqueñas -e incluso despachos de vino- se han situado en esta calle o en terrenos adyacentes como la plaza del Pradillo. Hoy en día el mar se ha retirado casi 1 kilómetro. En todo caso, no hace tantos años (yo he conocido ese paisaje), la fachada de bodega que da al mar solo tenía en frente los navazos -en primer término- y las dunas de la playa -en segundo término-, con lo que recibía los frescos vientos de poniente directamente. Se puede decir, sin desfigurar mucho la realidad, que las manzanillas que en otro tiempo han refrescado Navazos proceden de esa época. Por lo demás, decir que los edificios bodegueros de Sánchez Ayala se benefician grandemente de la cercanía de la capa freática -no en vano es esa cercanía la que hacía los navazos posibles-, con lo que el aporte de humedad es contínuo en nuestros días. En cuanto al casco de bodega específico en que se cria Navazos, se trata de una edificación del XVIII que formaba parte del palacio Arizón. Se trata de una estructura típica de una época en que los vinos que hoy llamamos de crianza biológica empezaban a tomar carta de naturaleza. Techos altos, ventanas abiertas a poniente, muros gruesos que preserven del calor...Navazos se ha criado en un entorno netamente manzanillero.

    #2
    Álvaro Girón
    en respuesta a Álvaro Girón

    Re: Navazos: algunas consideraciones.

    Ver mensaje de Álvaro Girón

    Prosigo en otro post:

    Crianza del vino: hoy en día, las cerca de 60 botas de Navazos no constituyen una solera como tal, sino que se trata de un conjunto de vasijas de similar edad que se dejaron de refrescar con manzanillas desde hace bastante tiempo. Es indudable que esto ha tenido que influir grandemente en las características del vino. Hace pocos dias mantuve una -desafortunadamente- brevísima conversación con alguien que lo había probado y que ha trabajado durante años para una conocidísima bodega sanluqueña. Su opinión es que el amontillado no se ha acabado de rodondear como tal al no haber sufrido corrimiento de escalas y haberse mantenido ";parado";, con lo que se ha ralentizado el proceso oxidativo de su crianza. Sobre este comentario crítico, decir que lo que a él le parece un defecto, a mi me parece una virtud, al conservar Navazos un perfil manzanillero neto no solapado -como en otros amontillados- por los aromas propios de la oxidación durante décadas.

    Por otro lado, se ha de tener en cuenta un aspecto en absoluto menor: este amontillado se ha criado en el mismo lugar físico que se suele destinar a las manzanillas. Normalmente, a las manzanillas y finos se reservan los lugares más frescos y húmedos de las bodegas, mientras que a los vinos en que interviene en parte -o en todo- la crianza oxidativa se los suele ubicar en sitios en que el calor está algo más presente -ya sea en las filas superiores de las andanas o en espacios ad hoc (cascos de bodega propios o alas dentro del casco de bodega donde se den esas condiciones específicas). El hecho de que en cierta manera Navazos se haya criado bajo las mismas condiciones microclimáticas de una manzanilla, ha debido influir, en mi modesta opinión, en la ralentización del proceso oxidativo, contribuyendo así al resultado de lo que tenemos entre manos: un vino fino, que mantiene la frescura y fragancia de la manzanilla, pero que tiene la largura y concentración propias de un amontillado viejo. Además, nos encontramos con un vino en que la presencia de los aromas propios de la madera es mínima. Eso nos habla de botas viejísimas magníficamente envinadas.

    Por otro lado, hay algo de lo que podría hablar con más propiedad nuestro amigo Jesús, que es el proceso de selección entre esas 60 botas que él y E.O. han llevado a cabo. Sin duda ha sido determinante, como también el hecho de que Navazos haya sido cuidadosísimamente filtrado para evitar posibles quiebras cúpricas o férricas. El que tenga la suerte de poseer unas botellas, tiene la seguridad de que éstas son prácticamente indestructibles bajo condiciones normales.

    El vino en sí. A mi me parece un amontillado inusual dentro de un panorama sanluqueño en el que nos solemos encontrar vinos muy viejos en que el perfil oxidativo se sobrepone grandemente sobre las reminiscencias de la crianza biológica. De esta manera, no es sorprendente decir que los amontillados que más se aproximan a su muy peculiar estilo los encontremos en Jerez y no en Sanlúcar. Navazos, en efecto, manifiesta rasgos en cierta manera análogos al magnifico Botaína, pero en ";sanluqueño";. Así, mientras Botaína es un magnífico fino ";viejo";, Navazos es una extraordinaria manzanilla ";vieja";. Ello se plasma en una mayor finura y definición aromática y en un cuerpo en que no queda un rastro de gordura. Desde ese punto de vista, recuerda a otro magnífico amontillado jerezano aunque refrescado con manzanillas: el fantástico fino Imperial.

    #6
    EuSaenz
    en respuesta a Álvaro Girón

    Re: Navazos: algunas consideraciones.

    Ver mensaje de Álvaro Girón

    Magníficas y muy claras tus consideraciones acerca de este pequeño tesoro. Estamos esperando a que nuestro compañero y amigo Manuel nos entregue las botellas en la próxima cena aniversario de la Peña. Cuando lo pruebe ya te daré mi opnión.

    Saludos,
    Eugenio
    (Peña EL Sarmiemto)

    Saludos, Eugenio
    https://twitter.com/EuSaenz

    #7
    Álvaro Girón
    en respuesta a MarioEstevez

    Re: En la información que me dieron...

    Ver mensaje de MarioEstevez

    Sí, se trata entonces de la bodega de Navazos. Gabriela es la manzanilla de la casa. Se mueve mucho en Sanlúcar en bares y tabernas a granel(es la manzanilla que te ponen en la barra de Bigote, por ejemplo), aunque también existe una versión embotellada. Lo que tengo más dudas es sobre la difusión que pueda alcanzar fuera de Sanlúcar.

    En cuanto al vino en sí, es una manzanilla muy buena y con gran autenticidad que tuvimos la ocasión de probar en la propia bodega escala por escala. Tiene mucho carácter de flor y buena acidez. A mi, particularmente, me gusta aún más la manzanilla ligeramente más vieja que procede de la propia solera de Gabriela y que comercializan a granel en el despacho que la bodega posee en la sanluqueña calle de la Plata bajo el nombre de ";manzanilla pasada";. Ésta última me pareció realmente profunda.

    Dicho esto, se me olvidaba comentar que del análisis que se hizo en su momento de Navazos, se dedujo que procedía de manzanillas de gran calidad que habían prácticamente agotado su ciclo como vino de crianza biológica. Ésto es importante porque en algunas ocasiones se reemplazan las colas de las soleras de amontillados con manzanillas o finos que por razones diversas han perdido el velo de flor en algún momento de su crianza o, en el peor de los casos, que han empezado a ";irse"; (de ahí la presencia de cierta nariz volátil en algunos casos contados).

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