Enhorabuena para Ana y Quintín

Bien, casi siempre hago referencia a sitios o vinos, de manera altruista sin ningún tipo de interés, esta vez es distinto ya que me considero amigo de Quintín, a pesar de ello, no creo que peque de parcial, si admito una gran coincidencia en el artículo siguiente.

Pero no quería dejar pasar de comentar la buena crítica que se recoge hoy en La Vanguardia, por el grupo gastrónomico 5 a Taula, respecto al AQ en Tarragona. Y del que estoy seguro más de uno de los de por aquí, estaremos interesados en conocer...

Copio y pego los comentarios, que como digo particularmente los encuentro muy acertados y fiel reflejo de la realidad que ahí se vive. Evidentemente, humildemente y bajo mi parecer... Tómese como se quiera, es lícito.

";Siglas gastronómicas
AQ, novedosa e interesante propuesta culinaria en Tarragona

LA VANGUARDIA - 20/01/2006

Definitivamente, nuestro pequeño y limitado mundo de la cocina continúa ofreciéndonos agradables sorpresas. En efecto, aunque creamos conocer a fondo las novedades de una determinada zona del país, surgen, de esa semilla a la que tantas veces ha hecho referencia 5 a Taula, nuevos y desconocidos personajes e innovadores restaurantes dignos de mención. Esta vez el descubrimiento se localiza entre las vetustas e inmortales murallas de Tarragona.

AQ son tan sólo dos letras de nuestro abecedario, pero en el caso que nos ocupa significan los nombres de dos personajes enamorados del oficio de cocinero: Ana Ruiz y Quintín Quinsac. Nuestros protagonistas, no son nuevos en el oficio, 14 años avalan largamente sus conocimientos y su rodaje, ni su presencia por las tierras del sur de Catalunya había pasado desapercibida ya que algunos buenos seguidores de esta noble afición los habían detectado cocinando en el hotel NH de Reus. Ahora, por fin, han dado el gran paso abriendo un local propio con una cocina personal y muy atractiva.

AQ está ubicado en uno de esos maravillosos rincones que esconden nuestras viejas e históricas ciudades. Situado frente a los jardines de naranjos que habilitan los diferentes ábsides de la catedral, el local es de una modernidad impactante, resuelta con buen gusto e indudable confort. A (Ana) oficia en la cocina y Q (Quintín) dirige la sala y organiza y tutela la bodega. Pese a su bisoñez, no más de doce meses, este restaurante empieza a estar rodado y su cocina da señales de una madurez afortunadamente conocida por una pequeña y selecta clientela.

Su planteo es tan simple como irrefutable: una cocina viva, que sugiera los recuerdos de nuestra memoria gustativa, exenta de preciosismos ortopédicos pero sin renunciar a las necesarias dosis de creatividad. Son jóvenes y esperan que su aportación agrade y trascienda. Sobre la mesa nos encontramos una carta compuesta de platos afinados y comprobados, denominados ";clásicos"; y otra que bajo el nombre de ";novedades"; se refiere a las últimas aportaciones, algunas más arriesgadas, pero siempre bajo los parámetros de la casa: gusto, sabor y producto. Entre los ";clásicos"; el impresionante coulant de pulpo, patata y butifarra, donde el huevo amalgama una perfecta combinación de gustos y texturas o el falso ravioli de gamba al ajillo, sugerente pero algo fuerte.

Entre los segundos el refinado y sutil cru de tardor, plato brasiano en el que se recrea un calidoscopio de verduras, hierbas, germinados y marisco crudo, una verdadera muestra de cordura gastronómica y sensibilidad culinaria. O la concisa e impecable ostra sobre apio con limón confitado y su granizado. Sin olvidar los callos con ceps y patatas, plato clásico y moderno a la vez. interesantes son también algunos postres, como la fresca y sorprendente mezcla de piña, limón y apio o el bien resuelto tiramisú.

Los vinos, apartado que dirige y explota con orgullo Quintín, no dejan indiferente al comensal. Una bodega bien acondicionada presenta unas 200 referencias, con precisión de la añada, con lógica mayoría de montsants, prioratos y penedès. Están los mejores y algún que otro desconocido recomendado por nuestro aplicado sumiller.

En AQ las letras que reseñan los nombres de sus autores se han convertido, por fortuna, en siglas gastronómicas. La diversión, el gusto por los sabores y la confortabilidad alrededor de una mesa son los nuevos y dignos significados. Descubramos, pues, este nuevo ejemplo de restaurante que puede llegar a ser una referencia para el prestigio y buen nombre de la cocina tarraconense.

5 A TAULA es un colectivo formado por Miguel Espinet, Sergi Ferrer-Salat, Miguel Gay, Josep Maria Sanclimens y Josep Vilella";

http://www.aq-restaurant.com/

Saludos.