Fin de semana en Soria/experiencias gastronómico-festivas

Hola amigos, voy a relataros las experiencias gastronómico-festivas de una pareja de bilbainitos por la extrema Soria.

Hemos comido en tres pueblos de la provincia, nunca en Soria, por tanto no puedo decir nada de la Capital.

Vinuesa: LA FERRERÍA. Coqueto restaurante especialista en asados, sobre todo unos chuletones de dar miedo, y verduras que tú mismo ves cómo se asan delante de tus narices. Bonito espectáculo. La carta es muy corta, y solo tiene 5 referencias en vino (tres ";Riberas"; y dos ";Riojas";,de los cuales el más caro es el impenitente Silentium por 13,50 €). Pagamos 58 € por comer dos personas, incluído el Silentium.

Calatañazor: EL PALOMAR. Otro bonito restaurante situado en lo que fue un antiguo palomar. Ojo, es muy pequeño y se llena enseguida. Abajo tiene un comedor con 4 o 5 mesas, y arriba, en el palomar otras 4 o 5. También son especialistas en asados con la particularidad de que se sirve por 16 € un chuletón como para una persona. La carta también es muy cortita, pero aquí hay más referencias de vino, alrededor de unas 30. Pero me canso sólo de pensar las veces que subió y bajó al palomar la persona que atendía las mesas. Pagamos 48 € por comer los mismos, pero esta vez con un Pago de los Capellanes Roble de 10 €.

Berlanga de Duero: CASA VALLECAS. Atención a este local, que cuando te metes por el bar no te imaginas el festín que te espera en su interior. Es el restaurante del Hotel Fray Tomás. El comedor es amplio pero acogedor, repito, no tiene nada que ver con el bar. Está bien atendido por personal educado y agradable, y hay un empleado que toma las notas que me sirvió el vino con gran correccíón y profesionalidad, enseñando la botella elegida, descorchando sin ruidos, dando a probar y esperando a que un servidor de su aprobación. Sólo eché de menos unas copas más adecuadas.
Atención que en este restaurante he visto algo que siempre he demandado y nunca he encontrado, y es que mientras un comensal puede comer a la carta, otro comensal de la misma mesa puede probar el menú degustación, por cierto, muy asequible (37 € por unos seis o siete platos).
Si tenéis la suerte de pasar como yo en época de setas, probad el menú micológico que por 40 € es abundante, gustoso, sorprendente y espectacular de pricipio a fin. Y lo mejor, el precio de los vinos, y como muestra un botón: Alión por 26 €.
Comimos por 97,50 € dos menús micológicos que incluye un capuchino de boletus (sorprendente y magnífico), botella de Palacio de Bornos y botella de Prado Rey crianza 2.001 (50 cl.).

Espero vuestras impresiones al respecto para seguir contando anédotas del viaje. Si alguno quiere saber teléfonos y direcciones que envíe un mail a [email protected] pidiéndolo.

Saludos a tod@s.