Enofusión no deja de ser un triste relleno de Madrid Fusión tal y como está

Enofusión no deja de ser un triste relleno de Madrid Fusión tal y como está organizado, pero también es cierto que este año la cosa ha mejorado algo con respecto al pasado año, con la presencia de algunos mostradores de bodegas y distribuidores y sobre todo a nivel catas organizadas. De todas las programadas solo tres me interesaban y eran las de Viña Pomal (aunque solo ponían de añadas viejas el 82 y el 55), la de González-Byass (con muestras de bota de las escalas de Tío Pepe, además del impresionante 4 Palmas) y la de Oportos viejos de Niepoort. El horario de las dos primeras me imposibilitó acudir, pero sí a la tercera que resultó sencillamente memorable. Con la presencia de Luis Seabra, enólogo de la mítica bodega, catamos 6 vinos que resumen la grandeza de Oporto y de este productor.

-Niepoort Vintage 2009: recién embotellado no es más que una bestia dormida, un vino de un potencial incalculable. Para catar dentro de 30 años, no tengo duda de que será grande.

-Niepoort Vintage Bioma 2008: un “single quinta vintage“, con menos fuerza que el anterior pero muy elegante, menos vino pero más comprensible ahora. Muy bueno.

-Niepoort Garrafeira 1977: vinos que solo elabora Niepoort envejecidos en viejas damajuanas de cristal. Joven, inquietante, profundo, equilibrado, los años de botella le irán otorgando más grandeza.

-Niepoort Garrafeira 1952: la delicadeza, la sutilidad, todo lo que podemos pedir a un vino viejo lleno de sensaciones placenteras. Un vino único, una maravilla.

-Niepoort Colheita 1957: vinos de añada largamente envejecidos en pipas y redondeados en botella, este es un ejemplo de fuerza controlada, de precisión, de complejidad, de encanto. ¡Vaya paso por boca!

-Niepoort Colheita 1912: un chaval de 100 años. La perfección. Lo tiene todo, limpieza, elegancia, fuerza, definición, concentración, naturalidad. Llegará a los 200 años sin problemas. Uno de esos pocos vinos capaces de ponerme la piel de gallina, de llegar a emocionarme.

Impresionante cata e impresionantes vinos, por desgracia Oporto al igual que Jerez y Madeira siguen siendo mundos desconocidos, pero con catas como esta o la de González-Byass (que me comentaron fue un éxito) los que somos amantes de estas joyas no hacemos sino congratularnos de que tengan hueco en un espacio como este. Y la semana que viene, cita con la colección de palmas de González-Byass. Seguiremos informando.