El problema no es el ritmo, son las preguntas escogidas. No porque el tono sea

El problema no es el ritmo, son las preguntas escogidas. No porque el tono sea más sosegado el programa se hace más interesante (véase p.ej. Redes), y viceversa. A mi las entrevistas donde el protagonista es el entrevistador me sacan de mis casillas. Pero viendo la calidad de los invitados, al menos se agradecería preparar un poco más las preguntas y que no dé la sensación de que estas surgen a medida que avanza la conversación. Pitu Roca, como bien comentaba otro forero, estuvo fuera de foco y parece que Luis Gutiérrez es el único que trataba de bajar a la tierra la conversación cuando Álvaro Palacios hablaba sobre la espiritualidad, la belleza de una botella de vino, etc.
Que insisto, puedo entenderlo en un círculo especializado, en un programa de la TV pública no ayuda a ver el vino como algo que debería ser más accesible para quien sólo quiere disfrutarlo en compañía.