Buenos días, gracias por indicarme el artículo de tu amigo. Por cierto, el post

Buenos días, gracias por indicarme el artículo de tu amigo. Por cierto, el post al que me remites iba dirigido a mi y se me pasó leerlo, creo que sería en los días en que la fiebre me machacaba con toda su virulencia. LLevo 5 semanas entre la gripe y sus consecuencias.
El artículo es muy bueno y da las claves para solucionar varios de los engaños de algunas (más bien muchísimas) bodegas.

Esto me recuerda a un asunto grave para la economía de los agricultores onubenses. Recordaréis cuando los franceses tiraban la mercancía de los camiones cargados de fresas aludiendo que las fresas contenían residuos de algunos productos fitosanitarios prohibidos (mejor dicho, no contemplados en su legislación). La realidad ocultaba asuntos económicos y el boicot siempre se iniciaba cuando la fresa francesa se empezaba a recolectar. Se creó una comisión técnica, de la cual fui uno de sus componentes, para seguir y erradicar el problema.
Las fresas españolas utilizaban productos autorizados en España, y no se sobrepasaba el nivel de residuos máximos exigidos por la legislación española. ¿Dónde estaba entonces el problema? En que la legislación francesa no quería admitir los productos fitosanitarios españoles para lavarse las manos cuando sus agricultores empleaban el vandalismo contra nuestros productos.

En la comisión hicimos un listado de productos a utilizar por todos los freseros que exportaban a Europa, entre los que se encontraban aquellos que los agricultores franceses tenían como salvaguarda para sus desmanes (sí, desmanes como más adelante se demostrará).

Una vez elaborado el listado e informado a todas las empresas (sociedades, cooperativas y autónomos) y asociaciones agrarias, se estableció un rígido control en la entrada de mercancías de las distintas empresas. Se tomaba muestra del producto por inspectores de sanidad vegetal, sanidad humana (por aquello de salud pública) e inspectores del SOIVRE. Aquellas empresas que incumplían las normas establecidas se le retiraba el producto, se sancionaba fuertemente y la cooperativa o empresa ya no le admitía producto esa campaña.Veréis que era un grave perjuicio económico para el infractor, pero había que proteger a todo un sector productivo.

Pero ¡sorpresa para todos¡ los agricultores franceses seguían tirando fresa españolas, pero ya no tenían argumentos y las autoridades españolas y francesas tuvieron que actuar. La escusa, los residuos, la verdadera razón, la competencia de la fresa española.

Largo tiempo nos llevó, pero al final una efectiva gestión a un grave problema dio gratificantes resultados.Se consiguió además un principio de homogeneizar la legislación fitosanitaria en todos aquellos países europeos a los que se exportaba fresa.

El testigo lo cogió después Almería, que también tuvo sus problemas.

Perdonad el rollo

Saludos