Hoja compañero, ¿qué tal? Una pena que no pudieras venir a la gran cata de

Hoja compañero, ¿qué tal? Una pena que no pudieras venir a la gran cata de Barolos viejos del sábado, de todas formas te dejo unas conclusiones a vuelapluma. De las 10 botellas abiertas solamente dos salieron mal, el temido corcho apareció en el Luigi Bosca Barolo Superiore 1955 y después el Bersano Barolo Riserva Speciale Cremosina 1964 había perdido el color y estaba ligeramente oxidado, parecía más un blanco añejo que un tinto. Por el resto el nivel medio fue muy elevado y la cata al final resultó tan buena como la primera, incluso alguien dijo que mejor por el gran final, cierto es que aquí no hubo nebbiolos o Langhes, solo Barolos.

El Cabutto Maggiorino Riserva 1942 fue la gran sorpresa de la cata, entero, complejo, con acidez, absolutamente sorprendente, Pio Cesare Classico 1955 el mejor de todos, un vino de total y absoluta clase mundial, Fontanafredda 1958 algo más tosco y cerrado pero mejorando poco a poco, G. Borgogno Riserva 1961 una maravilla, profundo, distinguido, encantador, el Marchesi de Barolo 1965 en un estilo más amplio y potente, casi podría decirse que “moderno” , el Aldo Conterno Riserva Speciale 1967 estuvo a la altura pero no fue al final el mejor (en fama y precio sí que lo era a priori) y nos gustó mucho por su elegancia, terminando con la enorme sorpresa del Marengo & Cugnasco Riserva Valfieri 1967, un vino de una limpieza y estructura sorprendentes, todavía joven incluso y el Marcarini La Serra 1978, también en plena forma y con cuerda para rato.

Así pues, las conclusiones que hemos sacado de esta dos catas de Barolos viejos es que son más heterogéneos en estilos que por ejemplo Rioja o Burdeos y que el estilo del productor se impone siempre a la zona donde están las viñas, además muchos de esos Barolos viejos eran de mezcla de viñas, que obviamente el factor añada es fundamental, dado que aquellas épocas era complicado conseguir buenas madureces, pero que, a la hora de la verdad los vinos más destacables (Pio Cesare, Francesco Rinaldi, los Conterno, los Antichi Vigneti de Borgogno…) son tan grandes como los mejores de Burdeos y Rioja, evolucionando con su propio estilo. Los tiempos han cambiado, pero lo grandes vinos han ido forjando su leyenda por algo.

Próximo capítulo, Barbaresco. Creo que ahí también hay mucha miga…