Donosti tiene mucho que ofrecer, aunque tendréis que pasar todo el fin de

Donosti tiene mucho que ofrecer, aunque tendréis que pasar todo el fin de semana para sacarle algo de jugo. Unas pinceladas para disfrutar de la ciudad:

- Paseo nocturno desde el Kursaal a lo largo del río Urumea: Ojo al Teatro Victoria Eugenia, el Hotel Maria Cristina y el Puente de Maria Cristina (frente a Renfe)
- Comer un helado de yogur de la Heladería Boulevard dando un paseo por la misma calle (suele haber artistas callejeros), hasta el Ayuntamiento y su impresionante fachada. Enfrente está el Carrusel y la celebérrima Playa de la Concha.
- En la parte vieja no sólo hay pintxos, también está la preciosa Iglesia de Santa María (recomendable entrar) y la plaza de la Constitución con sus arcadas que recuerdan a la de Bilbao.
- La zona del puerto pesquero es auténtica, y se puede rematar visitando el Aquarium, que tras su reforma es muy recomendable, especialmente la zona acristalada donde parece que uno bucea dentro del océano con los tiburones.
- Paseo por la playa de La Concha hasta el palacio Miramar, con una fantástica vista de toda la bahía al atardecer. Siguiendo hacia el final de la playa de Ondarreta, está el Peine del Viento, un lugar donde se toca el mar con la punta de los dedos (literalmente si la mar está brava). No muy lejos se sitúa el Rekondo, un sitio de peregrinación obligada por su bodega y su cocina tradicional de gran nivel.
- Tour en barco por toda la playa de la concha para visitar la Isla de Santa Clara, un sitio mágico rodeado de gaviotas y que se ve en un pis-pas. El trayecto dura unos 15 minutillos pero merece mucho la pena.
- Vista de la ciudad desde el mirador del Monte Igeldo y un viaje en la Montaña Suiza con espectaculares vistas de la costa cantábrica.
- No os podéis perder tampoco los jardines de la Plaza Gipuzkoa, con el majestuoso edificio de la Diputación Provincial, el reloj solar con las constelaciones y el riachuelo con los patos. Frente a la plaza está la pastelería Barrenetxe, un clásico de la ciudad con bollería y pastelería de calidad suprema. Probad el Txintxorro (magdalena con una capa superior de almendra), especialidad de la casa.
- El Palacio de Aiete (residencia de Franco) es otro pulmón estupendo por sus jardines. Cerca tenéis el Restaurante Bera-Bera para reponer fuerzas.
- Por la noche, si queréis escuchar buena música, os recomiendo el Escaner (en Sagües, al final de la Zurriola) o en la parte vieja el Ostadar (fans de U2, bordan los GTs) y Be-bop (frente al Kursaal).
- Si váis con tiempo, un par de opciones cercanas: Pasajes San Juan (Victor Hugo escribió Los Miserables aquí) y Hondarribia (el pueblo más bonito de Gipuzkoa y uno de los más bonitos de España, y no es porque yo sea de aquí).

Restaurantes que me gustan: Mirador de Ulía (espectaculares vistas y 1* Michelín), Rekondo (1 de las 5 mejores bodegas del Mundo), Agorregi (cocina creativa a precios razonables), Andra Mari (estupendo para una comida informal a base de tostas, arroces, etc.), Cascanueces (pequeño e íntimo, para una velada romántica)...

Los imprescindibles para ir de pintxos: La parte vieja es la reina por cantidad y calidad. Lástima por el nivel de servicio del vino, Riojitis y Riberitis. Mis favoritos son:
- Borda-Berri: Sin pintxos en la barra, todos se hacen al momento. El mejor en relación calidad-precio. El único bar del que podría recomendar cualquiera de sus pintxos.
- La cuchara de San Telmo: Nivelazo y de los más caros también (3-5€ por pintxo)
- Zeruko: Mucha creatividad, espectaculares creaciones que pueden gustar o no.
- Gandarias: El mejor para vinos por copas. Abre todo el día. El restaurante tiene una carta de vinos nacionales impresionante.
- Txepetxa: Especialista en anchoa/bocarte (12 diferentes)
- Ganbara: Gran materia prima. Sus croquetas o sus bocadillitos de jamón son alucinantes. Simpatía justa, eso sí.

Ojo con los horarios, porque muchos cierran a las 15h de la tarde.

Espero que os sirva, si necesitáis más datos estoy a vuestra disposición.

Nos vemos el 26!