Síndrome de Peter Pan: Otra hipótesis sobre el descenso en el consumo de vino
Desde que me incorporé a este foro se ha comentado largo y tendido sobre el gradual e inexorable descenso del consumo de vino. Se ha analizado de muchas maneras pero he encontrado unanimidad en un diagnóstico:
Los jóvenes no beben vino.
Le he dado muchas vueltas a este asunto y he llegado a varias conclusiones.
- El descenso en el consumo del vino se ha producido en el sector que consumía vino a diario.
- Los jóvenes ni ahora ni antes bebían vino a diario era algo que hacían los "mayores"
- Los "mayores" eran adultos ya estabilizados, con familia, obligaciones, etc.
Todo esto me trae a la memoria un refrán: Cuando seas padre comerás huevos
y yo añadiría y beberás vino
Creo que un factor muy importante del descenso en el consumo del vino es la idealización de una manera de vivir la vida tremendamente enfocada a lo lúdico tal y como lo viven los más jóvenes (entre 18 y 25 años). Los que superan esta edad no lo hacen gustosamente y quieren mantenerse a toda costa en esa especie de limbo ¿Y cómo lo hacen? manteniendo sus formas de ocio aunque tengan diez años más. Es decir, se resisten a sentar la cabeza, a comer huevos y a beber vino, el llamado Síndrome de Peter Pan.
Y a partir de aquí se pueden plantear dos opciones
- Elaborar vino que se adapte a este tipo de consumidor
Para mí sería un error, por más que lo intenten no podrán competir con la cerveza ni con los destilados.
- Promover el vino como un producto que otorga placer a quien lo consume ¿o acaso conocéis a algún joven que no le guste el jamón ibérico? Desmitificarlo pero no del todo, que matenga un poco de glamour, como un buen coche al que puedes aspirar si ahorras un poco.
En definitiva, el vino es un producto adulto y necesitamos que nuestros jóvenes lleguen también a adultos.
En fin, vaya cosas que se me ocurren un domingo por la mañana...