Yo no soy humilde ni me hace falta. No tengo siquiatra porque escribiendo en

Yo no soy humilde ni me hace falta. No tengo siquiatra porque escribiendo en verema tampoco me hace falta, me salen de debajo de las piedras.

Tal como decía arriba de todo, antes de que unos cuantos os fijarais en mi para dar rienda suelta a la mala leche del lunes, parece ser que este año y según mis agendas, aún hay más visitantes previstos, que quieren hacer enoturismo, y yo preguntaba, si lees bien arriba lo verás, si eso se estaba viendo en otras zonas de España.

Resulta que me da la sensación de que muchos han cambiado el turismo de billete de avión barato para visitar ciudades de Europa, restaurantes lejanos, etc, por el viaje de proximidad: poco gasto en gasolina, poco gasto en hoteles etc... y creo que ésto es importante de observar y seguir, porque incluso en épocas de crisis, hay que saber amarrar las barcas al mejor puerto.

Quizás es el momento de potenciar pequeñas rutas que aúnen lo gastronómico y/o enológico, con otros atractivos rurales, y atrapar ese turismo que no quiere quedarse en casa pero tampoco quiere hacer viajes muy largos, o pasar muchas noches fuera de casa, o gastar demasiado. Para eso son ideales los hotelitos-casa rurales donde por ejemplo, es posible cocinar (Quizás más que los que simplemente te ofrecen una habitación por el mismo precio).

Ayer estaba cenando en un bar de la zona, vendo el Barça - es muy útil ver el Barça en un bar con el bocata en la mano y hablando de todo con los viejos -y me comentaba la dueña que cada vez recibe más peticiones de menús baratos para grandes familias que vienen de ciudades cercanas y de Valencia, muchos valencianos en esta zona, muchísimos. Cada semana más. Esta amiga tiene además un estupendo restaurante y me comentaba que la gente sale cada vez más en familia (es verdad que las crisis económicas sirven para amarrar más los grupos familiares y las amistades, es curioso. La riqueza económica es más individualista, más de viajes en pareja o pequeños grupos).Y que en vez de querer comer en los restaurantes, cada vez se decantan más por menús baratos, pero grandes grupos. Es decir, esto también lo he vsto yo en enoturismo, cada vez más grupos familiares. La crisis reúne afinidades.

En fin, si volveis a leerme, veréis que os estaba contando que todo el círculo turístico está dando la vuelta sobre sí, hoteles más pequeños, familiares y que permitan disminuir gastos, en entornos rurales, cercanos a las poblaciones de origen, o al menos más cercanos que antes, y que incluyan paquetes baratos o no muy caros de diversión para toda la familia, para dos o tres días.
¿Está ahí la base del nuevo turismo de cercanía, y cómo se engloba el enoturismo o el gastro turismo en esa nueva oferta?

Y ahora ¡Os parece mejor?
Ala, a ver los psiquiatras que opinan.
(Me voy a confesar, cuando escribí este post, como hago muchas veces, ya lo hice de tal manera que sabía que algunos ibais a salir por ahí, me encanta armar barullo, como dice Agatha Christie, el ser humano es muy predecible,soy una bruja realmente mala, hicimos una porra con una de mis hijas a ver cuanto tardaban jajaja).