En efecto, Si nos ponemos en plan demagógico y básico: - Móviles, los

En efecto,

Si nos ponemos en plan demagógico y básico:

- Móviles, los maravillosos smartphone que luce (o lucimos o luciremos porque yo aún llevo un trastito no-smartphone) tanta gente con sus procesadores de cuatro núcleos... llevan, entre muchos de sus componentes, minerales como la columbita y el coltán y otros que se extraen, en muchos casos, de países de China y del tercer mundo con obreros en condiciones infrahumanas, sueldos de esclavitud, jornadas interminables... para que otros, en nuestro primer mundo (no sé por cuánto tiempo si es que somos todavía primer mundo) farden de "poderío" con un iPhone5/Samsung Galaxy SIII en una comida con mesa, mantel del satén, copas Riedel, buenos vinos y una comida de lujo delante de sus amigos, familiares o una chavala guapa haciendo/enseñando fotos, webs, notas de cata, canciones, vídeos de youtube, subiendo comentarios a foros, etc, etc...

O los coches: la cantidad de componentes con metales raros o su fabricación (o la fabricación de determinados componentes) en países con condiciones lamentables para sus trabajadores... mientras la gente que todavía puede permitirse buenos coches aquí, viaja plácidamente y disfruta/presume de la comodidad y prestaciones de su modelo.

La ropa... ídem de ídem (la de grandes marcas también, por supuesto, un polo que compras por 120 euros seguramente esté cosido por personas que no ganan al mes dicha cantidad y, su precio de fabricación real es, seguro, ni una décima parte de su PVP).

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En relación al nº de habitantes del planeta Tierra, desgraciadamente hay que ser realistas con algo que SIEMPRE ha sido así: sólo un % pequeño vive bien o muy bien y sin explotación y, de esos, los menos, llegan a alcanzar cotas máximas dentro de la pirámide de necesidades humanas: autorrealización personal/profesional, reconocimiento social y económico y éxito en general en sus vidas.

Un % muy amplio de los 7000 millones de habitantes de este mundo, sencillamente, muere, malvive o sobrevive en la indiferencia, ostracismo y oscuridad para que, unos pocos del llamado primer mundo vivan grandiosamente bien. Éstos que pasan hambre, no satisfacen ni siquiera el primer nivel de la pirámide de necesidades: alimentación básica y protección mínima (un techo básico donde dormir/vivir).

Esto ha sido así desde tiempos inmemoriales, ahora y será por siempre pues es la vida misma (la vida jamás fue fácil ni justa con todos, sólo fue fácil y justa, o positivamente injusta, para unos pocos).

El trabajo de cada uno influye en su destino, pero el lugar donde naces, la familia de la que procedes y las oportunidades y empujes con los que cuentes desde que naces, son mucho más determinantes que el trabajo en sí mismo que uno pueda desarrollar. Sin apoyos, en medio del desierto de Kenia, sin agua corriente, enfermedades por doquier, un montón de hermanos por alimentar y con padres analfabetos, por mucho que uno se deslome o agudice el ingenio (si es que tiene energías para ello), poco va a conseguir.

¿ Es culpable el vino de todo esto ? ¿ Es culpable del hambre ? ¿ Es culpable de las injusticias y del desigual reparto de la riqueza en el mundo ?

No, no lo creo. Y me parece muy demagógico siquiera plantearlo.

El vino da mucho trabajo y satisfacciones a muchas personas del primer y del segundo mundo; si el vino desapareciera de este país o de todos, aparte del abandono de muchísimas viñas, las cifras del paro subirían mucho más aquí, en Italia, Francia, Alemania... de algo habremos de vivir y de algo habrá que crear riqueza: siempre lo he dicho, el vino es riqueza.

El que hace 5 años invirtió 100.000 euros en buenos vinos de guarda, si los ha conservado bien, hoy tiene un tesoro y, probablemente, sus vinos valgan más de esos 100.000 euros. Además, siempre habrá gente dispuesta a pagarle por sus vinos si son realmente buenos.

El que invirtió ese mismo dinero en productos bancarios sin ser un experto, fiándose de la milongas que le contaba "Pepe el del banco" o en los maravillosos planes de pensiones privados que las entidades nos ofrecen y ofrecieron como "herramienta de ahorro"... hoy en día ha perdido gran parte (o toda) su inversión y, encima, si le queda algo, cuando rescate lo que le quede, el fisco se llevará una buena mordida...