Hay una larga historia de "robo" de flor y posterior siembra en sitios tan

Hay una larga historia de "robo" de flor y posterior siembra en sitios tan alejados como Australia. Normalmente el resultado ha sido mediocre, y en la mayoría de los casos la aclimatación imposible. Alguna excepción hay.

Dicho ésto, habría que tener en cuenta lo siguiente, si es que pensamos en resultados semejantes:

a) Habría que llevarse la propia solera. El carácter de un vino de crianza biológica viene marcado decisivamente por el carácter de la solera. Por decirlo de manera simplificada, se puede decir que las botas de una solera son como individuos cada uno con sus peculiaridades, pero que comparten un encaste determinado.

b) Habría que llevarse el clima para que prosperase la flor de manera semejante.

c) Habría que llevarse el knowhow o al personal adecuado. Esto de andar corriendo escalas, decidir qué vino se emplea para fino y cuál para oloroso, o determinar qué mostos son adecuados y cuáles no, no se aprende rápidamente. La elaboración del jerez es muy peculiar y requiere el conocimiento profundo del lenguaje que le es propio.

d) Habría que encontrar un suelo calizo semejante. Pocos vinos muestran mineralidad caliza como un gran fino o manzanilla.

e) Habría que buscar alguien que conociera bien la arquitectura bodeguera del Marco, porque ni todos los edificios sirven para criar fino, ni todos los emplazamientos son los adecuados.

Más fácil, digo yo, sería comprar ingentes cantidades de fino de Jerez. Que es lo que realmente necesita el Marco.