En nuestra andadura vacacional por tierras asturianas decidimos alojarnos en esta casa rural por sus buenas valoraciones en varias páginas webs y por su ubicación que nos pareció bastante correcta para visitar la costa asturiana, aunque finalmente quedaba un poco escondida.

Los alojamientos rurales Capilla San Clemente están formados por dos casas de aldea y un estudio rural de alquiler íntegro.

Nos dieron la posibilidad de elegir entre el estudio rural ubicado en un antiguo hórreo o la casa para dos personas, por el mismo precio. Nos decidimos por la casa ya que nos pareció más amplia y luminosa.

Ubicada en el concejo de Gozón y escondida entre valles y caminos se encontraba esta agradable y tranquila casa a la que no le faltaba detalle.

A nuestra llegada nos recibió José Manuel, el dueño, tremendamente respetuoso, agradable y servicial.

Entrando y a pie de calle, encontramos el salón-comedor y la cocina con barra americana. A mano derecha una amplia habitación color azul y frente a ésta un baño completo de muy buenas dimensiones.

Buen sofá, con buena tele y con gran variedad de DVDs, libros, juegos y todo tipo de entretenimientos.

La cocina, tan rústica como toda la casa, contaba con todos los utensilios necesarios y una coqueta mesa de madera con sillas.

La habitación muy bonita, con decoración en la misma línea y con una ventana al exterior. Lástima esos colchones de muelles que mi espalda ya no puede con ellos.

La iluminación muy cálida y las paredes ocres, haciendo la estancia más agradable aún si cabe.

En un especie de despensa, se podía encontrar casi todo lo que se puede buscar: paños de cocina, toallas, escoba y demás, sprays para bichos, plancha, etc.

Frente a la puerta de la casa, una mesita con sillas de terraza ideal para los desayunos al aire libre. Además, en el recinto había un porche con varias mesas, con futbolín y barbacoa.

La casa contaba con una amplia finca que no llegamos a disfrutar, ya que llegábamos casi a la hora de cenar, pero se respiraba gran tranquilidad en el entorno.

Durante nuestros 5 días pernoctando allí, solamente una noche oímos a los vecinos haciendo una barbacoa y jugando unos futbolines. El resto de noches, yo juraría que estábamos solos en todo el alojamiento. Paz absoluta!

En general, una estancia muy agradable, a buen precio y me reitero, hasta el último detalle, pero tal vez demasiado escondida y un poco más alejada de la carretera de lo que imaginábamos.

Para más información y fotos:
http://www.capillasanclemente.com/index.html