Hemos pasado unos días en La casita azul, en Parcent, y nos ha encantado la experiencia.
La dueña es una persona amable y atenta, el precio me ha parecido razonable y la casa es preciosa (con unas vistas increíbles de la montaña desde la terraza).
El desayuno es estupendo.
Estuvimos en playas de Jávea y Calpe (no se tarda mucho en llegar) y también nos recomendaron varias excursiones por pueblecitos cercanos, que fueron muy agradables (Altea, Benissa..)
Comimos por los restaurantes de la zona, que están bien y no son caros.
A destacar esta casa, por su cercanía a la Bodega de Enrique Mendoza y en el propio pueblo se puede visitar la de Gutiérrez de la Vega (Casta Diva)
En definitiva, nos ha encantado y repetiremos! :-D
Hola, la semana pasada (del 25 al 31/08/08, ambos inclusive) estuvimos en "La Casita Azul".
Está en un pueblo pequeño y muy bonito, en el que se respira mucha tranquilidad y en el que se pueden ver estrellas por la noche y disfrutar del silencio en su terraza...Es una casa especial en su ambiente y en su distribución. Empiezas el día con un desayuno de los de antes; bollitos recién horneados, tostadas con dulce o salado, café y zumo. Puedes disfrutar de un día en la playa, como también lo puedes hacer de la montaña (hay rutas de senderismo y bici fáciles, si os atreveis!!...). Marta, la propietaria,se ofrece en aconsejarte lugares que visitar y dónde comer bien. Cuida cada detalle, volver al atardecer a ella apetece... Volveremos!
Humberto y Nuria.
La casita, azul por fuera, por supuesto, destaca enseguida por su color. Se encuentra ubicada en Parcent, un pequeño pueblo de interior cerca de Benissa. La casa ha sido totalmente remodelada pero ha mantenido el encanto de la casita de pueblo que era. Está todo cuidado al detalle, incluyendo un desayuno en el precio de la habitación bastante completo, en el que se encuentra bollería de una panadería muy conocida en la zona. La dueña es muy agradable y te cuenta con atención todo lo que quieras saber de la zona y de la casa. En cuanto a las habitaciones amplias y confortables aunque con un pero importante, no tienen cuarto de baño en cada una de ellas, sino que hay tres para toda la casa (nosotros estábamos al lado de uno y además no había gente en la planta de arriba, luego no tuvimos problema). Destaca por su tranquilidad (ojo, no hay ni tele, para quien la necesite), y tiene una terraza con vistas sobre el pueblo y la montaña donde incluso puedes llevarte algo para tomar. El pueblo tiene restaurantes y bares, ya que la casa carece de cocina. Perfecta para hacer alguna ruta a alguna bodega (Enrique Mendoza no queda demasiado lejos, y en el mismo pueblo están las de Gutiérreza de la Vega -Casta Diva). El precio muy bueno, aunque hay que tener en cuenta que no hay baño. 50€ la habitación con desayuno incluído.