Bonita botella y presentación.
Color fresa oscuro.
La nariz es de buena intensidad, fresca, predominio de la fruta roja, recuerdos florales, chucherías y brioche.
En boca tiene buena entrada, fresco, buena acidez que equilibra las notas golosas, carbónico muy bien integrado, frutal y también vinoso, tiene un final de buena longitud.
Adictivo cava de trago largo con muy buen carbónico. Muy rico

Color cereza, bastante oscuro para lo que suelen ser los rosados (maceran el mosto unas 12 horas). Nariz fresca con aromas a frutillos rojos. En boca es fresco, con dominio de los aromas a gominolas. Burbuja bien integrada, acidez correcta y final algo dulzon. No esta mal.

Color rosa oscuro. Tiene una nariz intensa, con volumen, bastante expresiva, con un atractivo caracter vinoso, hay fruta roja, recuerdos a pastelería y toques de flor morada. En boca tiene muy buen ataque, resulta cremoso, bien de acidez, con cierto carácter goloso, vinosos, largo y atractivo.

Degüelle: Diciembre 2010.
El conjunto que ofrecen botella y etiqueta resulta tan sugerente como el propio vino. El juego entre el rojo y el blanco siempre queda moderno y a la vez con un punto de delicadeza. Y más, si las flores de la etiqueta coincide con el primer golpe en nariz. Le precede un rojo guinda subido, de ahí que se le espere con fuerza, pero su toque floral, su manzana carnosa y su membrillo, te acaba por decir que no es así. Su trago es fresco y jugoso, con buen carbónico, algo dulce, y una acidez que arrastra en cada sorbo.
Ojo, que no llega a sutil.
Había ibéricos, espárragos de huerta, montaditos de todo tipo, y su comportamiento fué muy bueno.