Visual:Granate, menisco acuoso, capa media. Entinta levemente la copa.No filtrado.
Nariz: Poca intensidad inicial en nariz.Notas a uva natural(!!), cacao, hierba y fruta roja.
Boca: Acidez media, trago muy amable y directo. Ligera astringencia, para notas a pizarra, suelos calcáreos. Fresco en boca.
Lástima la dificultad para pillar unas botellas, todas colocadas. Sorprendería a los aficionados y conocedores de cierto nivel (veremeros, vamos...). Para primavera y verano, éxito garantizado en comidas y, sobre todo, en cenas.
Rojo rubí, ribetes rojizos, capa media-alta.
Nariz de media intensidad, con unos leves toques florales iniciales, recuerdos de fruta roja madura, tabaco rubio, balsámicos, ligeramente herbáceos y un mínimo atisbo especiado y térreo. Es limpio y se expresa con cierta franqueza.
En boca es un vino muy equilibrado, sin aristas, con buena acidez, redondo, con cuerpo y amplitud en el final que nos deja sensaciones especiadas y frutales. Persistencia media. Madera bien trabajada. Tanino pulido e integrado en el conjunto. Se bebe muy bien.
Tras la satisfactoria impresión que me causó su tempranillo joven (Viña Almate) cierto es que el amigo Alfredo Maestro me ha vuelto a sorprender gratamente con este vino biodinámico de Peñafiel. La base es buena. Ahora solo hay que ir mejorando.
Utilizamos cookies propias y de terceros con finalidades analíticas y para mostrarte publicidad relacionada con tus preferencias a partir de tus hábitos de navegación y tu perfil. Puedes configurar o rechazar las cookies haciendo click en “Configuración de cookies”. También puedes aceptar todas las cookies pulsando el botón “Aceptar”. Para más información puedes visitar nuestra Ver política de cookies.