Cata vertical de Muga en la que se abrieron, crianza 2003, 2004, 2005 y 2006, selección especial 2004 y 2005 y Prado Enea 2001.

Visual: De color rojo picota granatoso de capa media – alta. (Aquí subimos algo la intensidad cromática).

Olfativa: Alta intensidad, elegante, con mucha fruta muy madura, complejidad fabulosa, al agitarlo se muestra expresivo, potente, con nervio, interesante, mentolados, balsámicos, se equilibra la fruta con la crianza, gran aromática.

Gustativa: Fino y elegante, pero a la vez potente, sabroso, carnoso, equilibrado, sedoso, buena longitud, buena fruta en su final y recuerdos tostados muy finos.

Gran vino pero no a la altura del elección 2005

Este vino aunque a mi manera de ver le falta por delante todavía unos buenos años está delicioso. Aromas muy potentes a frutos rojos sobre un fondo de torrefactos y algo de menta. En boca es bastante ácido, lo que equilibra los demás sabores y le da a mi parecer un buen presagio de su longevidad. Muy rico.

Me vais a echar "los perros", pero mi opinión es la siguiente: Evidentemente se trata de un buen vino (yo soy principiante, debe ser que no entiendo), pero lo mismo que el protos reserva me sorprendió, este me dejó un poco indiferente. Tiene buena intensidad, predominan las especias (pimienta negra) sobre los tostados, y posee ricos aromas a frutos rojos. Buena acidez, buena lágrima, es estructurado. No cabe duda de que es un buen vino, pero después de tanto oir Muga, y teniendo en cuenta el precio...no sé, quizá me esperaba algo más.No se si abrá tenido algo que ver que lo he comprado de oferta al precio de 16 euros. Quizá estubiera algo defectuoso, aunque no he apreciado ningún problema.

Rojo picota capa alta.
En nariz, buen roble(domina el frances), balsamicos, violetas. Nariz de corte moderno.
Lacteos, cafe con leche.
En boca, buenos taninos, todavía demasiado presentes. buena acidez, frutos rojos.
Para guardar unos años.

Un vino del que no se elaboran todas las añadas, y eso se nota. Una bodega donde la calidad y el cariño se manifiesta abiertamente. Un saber hacer que se transmite en todo lo que se hace y un trato humano excelente es todo lo que yo diría que encierran los vinos de Muga. Y este Selección especial no es una excepción. Un vino que transmite el alma de la bodega. Una calidad de uva sensacional y un trabajo del roble perfecto hacen a este vino complejo, con una materia en su estado óptimo y un trabajo en bodega sensacional. Todo acompañado de un peso en boca que encaja acidez y tanino dulce de forma genial, a pesar de tener que limar aún un poco en botella. Largo y bastante redondo, es fresco y contundente a la vez, y te invita a seguir bebiendo. Toda una joya.