Color amarillo dorado intenso. En nariz aromas intensos a fruta blanca, hierbas y con una marcada mineralidad. En boca entra muy bien, es fresco, sabroso y cremoso. Muy buena acidez y muy largo. Un gran chenin del Penedes.

Color oro viejo.
Nariz de buena intensidad donde aparecen unas notas de mantequilla muy marcada, de pera madura, notas ahumadas, minerales, con toques de especias algo dulces, de hinojo y crema agria.
En boca tiene una mineralidad que te invade desde el primer contacto en boca, con un toque ligeramente amargoso, amplio, cremoso, con una acidez muy buena que le vertebra el conjunto. Tiene un largo recorrido y una personalidad embaucadora.

Es uno de mis blancos españoles predilectos, eso sí, tiene las notas de los chenin franceses que he probado.

Color oro viejo brillante con lagrima densa.
En nariz amplia y variada, flores, ahumados, pera madura, mantequilla, nueces y toques de hierba.
En boca es amplio, graso, fresco, mineral (calcareo) buena acidez, frutos secos, peras, posgusto mineral ahumados y esa pera que dura y dura.
Me ha gustado mucho, veremos que dice el Rocalis cuando lo pruebe.

Espléndido vino, diferente y con acusada personalidad. Color oro brillante. Intenso en nariz, aromático, mineral , piedra seca, complejo. Boca grasa, untuosa, envolvente y seco, quizas algo corto en su evolución

Dorado brillante. La personalidad de la chenin en el terruño del Garraf. Presenta una nariz intensa, expresiva, con atractiva mineralidad, algo de manzana verde, ligeros recuerdos herbáceos, alguna nota anisada y un toque de bulbo de hinojo. En boca tiene un muy buen ataque, fresco, con cierto nervio, untuoso, con muy buena acidez y bastante largo. Tiene una excelente expresión frutal, más hecho que en añadas precedentes y con las notas del paso por barrica casi imperceptibles.