amarillo dorado

miel, flores, azahar,  orejones, la madera integradisima

untuoso, goloso, acidez de 10, excelente equilibrio. gastronomico

Amarillo dorado, limpio y muy brillante.
Nariz floral de intensidad media con un toque de albaricoque.
Ataque intenso, frutoso, goloso, sabroso, con buena acidez. Corpulento, sedoso y largo, equilibrado.

Añada tras añada este verdejo excepcional va integrando su larga crianza en madera francesa con su carácter frutal. Su frutalidad resulta cada vez más definida y compleja. Este 2019 no se parece a añadas previas. Domina la fruta de hueso y permite matices fundidos de vainilla y pastelería. En boca es rotundo , amplio y largo. Un vino decidido y poderoso sin perder elegancia y distinción 

En 2019 se cumplieron las 25 añadas de este vino que ha marcado un referente en los vinos blancos de guarda en España y, especialmente, en la DO Rueda. Además, es la primera añada en la que el vino sale con certificación de ecológico, cuando ya hace más de 10 años que ya tenían dicha certificación en el viñedo.

Color amarillo de no mucha intensidad, limpio y brillante, con buena lágrima. En nariz es bastante sutil, con aromas primarios de frutas blancas y frutas con hueso, notas amieladas, rayadura de lima, heno, vainilla. En boca tiene una entrada vigorosa, con buena estructura y densidad, bastante vertical, marcada acidez y ligeros y agradables amargos y sensación cítrica al final de boca. En retronasal hay algo más de presencia de notas terciarias típicas de la crianza en barrica pero bien integradas con los recuerdos primarios de las frutas con hueso y cítricas. Aunque se puede disfrutar desde ya, se le aventura un buen número de años de capacidad de guarda.