Visita a Islay (III): Ardbeg y ruinas de Kildalton
Seguimos por la misma carretera estrecha del sur de Islay. Sólo un kilómetro más allá, situada entre verdes campos y el mar, encontramos a Ardbeg. Otro gigante ahumado y otro mito del mundo del whisky. No obstante las cosas podrían ser muy diferentes: Hace sólo 18 años la destilería estaba cerrada y a la venta. Ahora, bajo la propiedad del grupo Moët Hennessy, Ardbeg presenta un aspecto muy cuidado. Quizá sea la destilería con un entorno más elegante de Islay, alternando el blanco de las paredes con detalles verde oscuro, propios de los embotellamientos de este whisky.
Seis millas más al este, siguiendo por una carretera estrecha de un solo carril, encontramos las ruinas de Kildalton. El entorno es solitario, conduciendo hemos podido ver ciervos y hay un silencio al que no estamos del todo acostumbrados. En Kildalton destaca una gran cruz celta del sigo VIII donde se pueden apreciar todavía algunos relieves con escenas bíblicas. Este es uno de los monumentos más bien conservados de esta época en Europa occidental.
No podemos ir mucho más allá. La estrecha calzada de terminará pronto y volveremos a Port Ellen para dirigirnos al centro de la isla.