Devuelto a los corrales

Este toro pasó sin pena ni gloria, bueno con pena sí.
El color ya defrudaba, con una media capa más propia de clásicos riojanos.
En nariz no asomaba nada interesante excepto aromas propios de un vino del montón pero sin ganas.
En boca se reafirmó, falto de potencia, falto de sabores, sin chicha ni limoná.
Un toro falto de fuerza que dobló las manos ante nosotros, demostró mansedumbre y, lo peor, falta de casta.
En un vino con esos precios, 10,50€, y de DO Toro, la calificación no puede ser otra.
Lo peor ocurrió al examinar el corcho: había sido encorchado con una encorchadora manual.
Esto explicaría muchas cosas pero no creo que venga nadie a explicárnoslas ni a devolverme el dinero.
Parecía pasado por agua, la verdad.

Cookies en verema.com

Utilizamos cookies propias y de terceros con finalidades analíticas y para mostrarte publicidad relacionada con tus preferencias a partir de tus hábitos de navegación y tu perfil. Puedes configurar o rechazar las cookies haciendo click en “Configuración de cookies”. También puedes aceptar todas las cookies pulsando el botón “Aceptar”. Para más información puedes visitar nuestra Ver política de cookies.

Aceptar