A la vista se muestra con un color pajizo, con destellos verdosos, limpios y brillantes.
En la nariz le aprecio una mediana intensidad, con la fruta de tipo tropical y la madera en un segundo plano.
En boca pasa bien, con una aceptable acidez, cierta sensación de glicerina y un final media y dulce con ligero toque de amargor, sobre el resto.
Me ha dejado bastante indiferente este vino y más si se tiene en cuenta que me gustan los verdejos con madera.
A las tres cuatro horas he vuelto aprobar de nuevo, el vino (conservado en una cava) y ya casi no me ha dicho nada de nada.
Malo, malo no encontré nada, a destacar tampoco, poco varietal.
Por la noche ya estaba bastante peor.
Utilizamos cookies propias y de terceros con finalidades analíticas y para mostrarte publicidad relacionada con tus preferencias a partir de tus hábitos de navegación y tu perfil. Puedes configurar o rechazar las cookies haciendo click en “Configuración de cookies”. También puedes aceptar todas las cookies pulsando el botón “Aceptar”. Para más información puedes visitar nuestra Ver política de cookies.