El que tuvo retuvo.

Transcurridos 8 meses desde la última botella tomada, me animo a retomar un vino de Charlotte. Un arroz con pollo lo merece.
Corcho en perfecto estado. Limpio y brillante. Bonito color rojo picota de capa media-alta. Buena y densa lágrima y con un perezoso deslizamiento por el caliz de la copa. Menisco granatoso y con notas teja.
En nariz, abundantes frutas rojas en sazón y leve monte bajo. Madera de su crianza en segundo término. Manda, como es mi entender, la fruta. Notas olfativas de mineralidad.
En boca está elegante, más pulido, equilibrado, fresco, es muy mineral, seco, taninos domándose, mantiene una elegante y fresca acidez que le dará más años de vida y que te invita a beber. Sus 14,5% volumen alcohol siguen sin hacer presencia. Con carga de fruta. Muy grato y fresco paso de boca. Es un vino largo. Me da una permanencia de 3,30 minutos.
Los meses transcurridos le han venido bién. Un vino original y con una imbatible R/C/P.

Cookies en verema.com

Utilizamos cookies propias y de terceros con finalidades analíticas y para mostrarte publicidad relacionada con tus preferencias a partir de tus hábitos de navegación y tu perfil. Puedes configurar o rechazar las cookies haciendo click en “Configuración de cookies”. También puedes aceptar todas las cookies pulsando el botón “Aceptar”. Para más información puedes visitar nuestra Ver política de cookies.

Aceptar