La verdad es que me pillas un poco tontorrón con el Chassagne de Leroy del otro día, sino no te perdonaba esta vena franchutofila galopante ;-))
Por otra parte, que te casaras con ese vino y lo recuerdes con ilusión no se sí obedece más a que te lo bebiste todo aquel día o a que fue lo mejor del momento, ja ja ja