Como el propio autor, define: vinos diversos, que hable el vino y los buenos amigos del vino.
Incansable, la leyenda de Joseph Puig vuelve a la carga con la elaboración de unos vinos para disfrutar, con gancho de comunicación y mensaje de alusión,, sin olvidar la sabiduría y la experiencia de este hombre recogida en sus más de 40 años dedicados al mundo del vino.

Apreciamos una garnacha de las maravillosas calizas arcillosas de "sauló" de tarragona, D.O.Terra Alta,

de color amarillo pálido, reflejos verdosos, limpio, brillante y transparente de lágrima densa y pesada, concentrada,

Aromas de pera de agua, manzana, y toques de hierbas de monte y cáscara de almendra. Su sabor es definitorio, embalsama el paladar haciendo conservar el recuerdo de la fruta blanca, insistentemente, con continuidad y persistencia, excelente acidez, sin crujir ni crepitar sino manteniendo vivo el recorrido, alegre pero sin correr. Sedoso y textura granulada, como si incluyese pequeños de fruta de excelente concentración.

En fin una terrible identidad, sello del autor, y expresión de variedad y terruño.
Lo mejor: adaptada a los tiempos, una marca blanca creada por Joseph Puig y sus amigos, sin esconder costes de marketing, o de producción, acorde con los tiempos y sintonía del consumidor final.