Pues es un verdejo fácil y que en sitios de moda de Madrid también llega a todos los lugares y se convierte en el blanco fresquito y tropical habitual con que empezar una comida sobre todo en invierno en que la cerveza puede esperar.

No tiene ningún defecto, viene de buena familia, pero no aporta nada al mundo verdejo.

Un verdejo con respaldo de Ramon Bilbao que aprovecha la red de distibución del vino tinto para introducirse en el mercado de losblancos, y en concreto de los verdejos.

Se trata de un verdejo básico que no aporta nada más que la garantía de una buena bodega detrás (y no es poco en verdejos) pero cuya elaboración no consigue sobresalir por sí misma y se queda en un verdejo más.

Nueva ocasión de este verdejo de un precio algo mayor (marca de bodega más reconocida) de los de gama básica pero que no aporta valor añadido.
Servido a buena temperatura y como entrada en el aperitivo, cumple el compromiso de refrescar con un vino en lugar de una cerveza. Aprovechemos que aún no hace tanto calor y que obligue a pasar al lúpulo.
No pude añadir nada nuevo al recuerdo.

Un verdejo fe la gama baja que viene respaldado por una bodega clásica en tintos pero que no consigue hacer algo mejor que otros muchos y el precio tampoco acompaña.

Similares sensaciones a la anterior prueba y que confirman los datos anteriores.

Verdejo de las bodegas Ramón Bilbao y quizá desde el punto de vista comercial sea su principal activo, lo cual tampoco es decir mucho.

Es varietal, sin ninguna cualidad destacable, sabores cítricos, mango, punto herbáceo, amargor previsible...Color impersonal y algo tímido en aromas. Muy similar a otros verdejos de su mismo segmento y que tendrá su mercado impulsado por el nombre de la bodega.

Color amarillo pálido, reflejos verdosos, limpio, brillante. En nariz intensidad de aromas
tropicales (lichis, plátano maduro), fruta de hueso (melocoton, níspero), cítricos (lima, corteza de naranja), algo herbáceo. En boca es fresco, suave, destaca la acidez y la fruta (los cítricos y frutas tropicales), cierto amargor final que invita a beber; persistencia básica.

Poco más que muchos otros verdejos.

Amarillo pálido con reflejos verdosos, limpio y muy brillante.
Explosión tropical junto a melocotones que poco a poco van dejando paso cítricos, herbáceos frescos e hinojos, nariz que poco a poco va perdiendo presencia pero definición.
En boca se muestra muy cítrico, con marcados notas de frutas tropicales y los ya citados hinojos, tiene buena acidez y es muy ligero en el paso, recorrido corto con ligeros amargosos finales.