Ocho meses después.

Quiero pensar, no hay otro remedio, que este es el mismo vino que caté en aquella ocasión.
La evolución en este periodo ha sido alucinante.
La nariz sigue con cítricos, pero ahora la fruta es de calidad, las flores estan presentes y hay hasta ligeros toques minerales.
En boca es donde más se nota el gran cambio, el paso de boca ahora es muy frutal, floral y cítrico, agradable y bien equilibrado, con buena estructura y bastante complejidad, final gratificante.
Ha crecido con el tiempo en botella de una forma desmesurada.
También hay que recordar que el precio ha aumentado, este último me ha costado más de 10 €.

Cookies en verema.com

Utilizamos cookies propias y de terceros con finalidades analíticas y para mostrarte publicidad relacionada con tus preferencias a partir de tus hábitos de navegación y tu perfil. Puedes configurar o rechazar las cookies haciendo click en “Configuración de cookies”. También puedes aceptar todas las cookies pulsando el botón “Aceptar”. Para más información puedes visitar nuestra Ver política de cookies.

Aceptar