Fantástico

Botella borgoñona, cristal muy grueso, gollete muy grande, cápsula y etiquetas muy bonitas y modernas. Muy buen tapón de aglomerado de corcho que sale entero sin ningún problema. El corcho está poco bañado en vino pero de color muy granatoso que denota juventud.

Excelente presentación.

Visual: rojo picota, bastante cubierto y concentrado, capa alta, ribete granatoso-violáceo-transparente, lágrima de caída no muy rápida que tinta la copa, bastante glicérico. No es brillante, es algo opaco pero con muy buena pinta.

Nariz: de mediana intensidad al inicio, va ganándola con la oxigenación, aromas a fruta roja y negra maduras pero no en exceso, lácteos, yogur de fresas maduras, confituras de frambuesa/grosellas, regaliz, especiados varios: vainilla, clavo, canela y pimienta blanca, buenos balsámicos-mentolados, tostados y torrefactos, chocolate amargo.

Boca: entrada a fruta roja y negra maduras, parece que se masquen uvas, sedoso, taninos ligeramente dulces, goloso pero, a la vez, se nota la tanicidad y astringencia pero es totalmente bebible y equilibrado, complejo y bastante estructurado. Con suficiente acidez, no tanta como la licorosidad y el alcohol. Algo ardiente en el paso por boca. Final no muy largo pero con postgusto especiado y algo amargo que invita a otra copa.

Si se deja descorchado como 5-6 horas la tanicidad se doma bastante, el vino está mucho más pulido sin gran pérdida de licorosidad: de la tanicidad de las 21:30h pm del 29/11 a la tanicidad de las 1:15 am del 30/11 va una notable diferencia.

Vino que está en muy buen momento de beber pero que si le damos 1-2 años más en botella ganará mucho más en integración: no en vano estábamos catando una primicia y un vino que, según su autor, está destinado a vivir en botella 10 años o más (por tanto un vino pre-adolescente todavía).

Su precio: 18-19 euros/botella. La RCP me parece muy buena para lo que ofrece.