Qué inútil me siento!!!

Me dan un vino buenecillo, con color burdeos, capa alta, pero con ribete marroncito/anranjadillo. La gota es mediana, lenta, algo teñida. Tiene olores típicos de lilas orientales y pimiento verde, tinta china, licorosos, fruta silvestre, como de Cabernet y Syrah. Algun matiz a cedro o caja de puros. En boca la llena enseguida de taninos asperos pero breves, con final muy alcohólico y recuerdos frescos a pera de agua y melocotón. Acidez alegre, correcta, pocos regustos a madera.

Pero...¡ah! es Tempranillo.

Apasionante, este mundo.

  1. #1

    Otilio Haro

    Te pediría que el título lo pusieras en plural. Nos ha dejado a todos K.O. Las catas a ciegas son así. Lo malo es que decimos que se aprende un montón con ellas y luego la volvemos a cagar.

  2. #2

    Preñator

    en respuesta a Otilio Haro
    Ver mensaje de Otilio Haro

    Bueno, pero el vino nos lo hemos bebido, que es lo mas importante.
    Saludos.

  3. #3

    Arrutzi_Najera

    Si, coincido que las catas a ciegas nos enseñan y nos demuestran donde estamos. Pero a 10 a 30, pero (repasar si queréis los comentarios)a todos no despistados, seguros de que la Cabernet escampaba a sus anchas, que la Merlot por que no, e incluso toques de aceituna negra Syrah. Tipicidad divino tesoro.

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