El último suspiro.

Hace casi un año que tomé la última botella de este vino y ¿Qué me he encontrado?. Pues con un vino al que le puede quedar un año de vida, hecho que no entiendo siendo un Priorato, un vino de Alvaro Palacios y que se mueve en la franja de los 20,00 "lereles".

      El corcho está tintado por infiltraciones pero está elástico y correcto.

      A la vista un color rojo picota de capa alta. No tan limpio y brillante como la última vez. Buena, abundante, densa y lenta lágrima en su carrera por el cáliz de la copa. Ribete granatoso y con ligeras notas teja.

      En nariz frutas negras y débiles rojas muy maduras. Madera en segundo plano y atisbándose aromas terciarios.

      En boca a copa parada "gas". Agitando la copa, poco a poco va desapareciendo. Notas de terciarios, de frutas muy maduras y percibiendo que la vida se le está marchando a pasos agigantados. Taninos muy domados. Mantiene una ligera acidez que poca vida le podrá dar. Discreto y pasado paso de boca. Me da una permanencia de 2,45 minutos.

Cookies en verema.com

Utilizamos cookies propias y de terceros con finalidades analíticas y para mostrarte publicidad relacionada con tus preferencias a partir de tus hábitos de navegación y tu perfil. Puedes configurar o rechazar las cookies haciendo click en “Configuración de cookies”. También puedes aceptar todas las cookies pulsando el botón “Aceptar”. Para más información puedes visitar nuestra Ver política de cookies.

Aceptar