Necesita aireación

Amarillo pálido, casi sin reflejos. Limpio.
Nada más descorcharlo aparece tímido y no podemos sacar prácticamente ninguna nota. Poco a poco empieza a despertarse y es cuando identificamos hierba, almendras, mantequilla, algún balsámico, humedad y mineralidad. Durante la hora y media que duró la botella, el vino fue a más, pero creo que no terminó de abrirse.
En boca lo notamos fresco, con un esqueleto muy en forma y nada pesado. Buena acidez. Las sensaciones que deja son parecidas a los aromas antes descritos; hay flores, bollería, hierba, frutos secos, madera y un buen deje mineral.
Final medio que deja sutiles recuerdos perfumados.
Un vino bien hecho, sorprendentemente fresco para ser Mersault y 2008, pero que nos ha dejado con ganas de más. No sé si ésto ha sido todo lo que tenía que ofrecer, o si la paciencia nos hubiera terminado por recompensar.

Cookies en verema.com

Utilizamos cookies propias y de terceros con finalidades analíticas y para mostrarte publicidad relacionada con tus preferencias a partir de tus hábitos de navegación y tu perfil. Puedes configurar o rechazar las cookies haciendo click en “Configuración de cookies”. También puedes aceptar todas las cookies pulsando el botón “Aceptar”. Para más información puedes visitar nuestra Ver política de cookies.

Aceptar