¡Magnífico!.

Es la 7ª cata que subo de este buen vino. Han transcurrido 20 meses desde la última botella bebida. ¿Qué me he encontrado?. El corcho cada vez más impregnado y no recordando que la última botella la descorche con sacacorchos de láminas, pues se me ha roto. Estaba muy pasado ¿Un corcho de más calidad?. El vino y su larga vida lo merecen. Se agradecería.

      A la vista se mantiene con su capa alta. Limpio y brillante, con la lágrima abundante, gruesa y lenta en su discurrir por el cáliz de la copa. Un color rojo picota y débil rubí en su menisco. Para nada notas teja.

      En nariz muchas frutas negras maduras, notas balsámicas, madera de su crianza muy bien ensamblada.

      En boca es donde mejor se manifiesta. Es muy elegante, equilibrado, muy frutal, con volumen, carnosidad, sedosidad y aterciopelado. Sigue manteniendo una fresca y rica acidez que le va a dar 3-4 años más de vida. Como me queda una botella lo podré comprobar. Con los taninos bastante domados. Muy grato, elegante, voluminoso, frutal y disfrutón paso de boca. Es un vino largísimo. Me sigue danto casi 4 minutos de permanencia en boca.

     La única pega que le pongo es que para un vino que vive tantos años, le convendría un corcho de más calidad y longitud.

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