Muy buena garnacha en momento óptimo de consumo

Magnífica botella borgoñona de barriga prominente y cuello tirando a delgado. Corcho fantástico en calidad que sale perfectamente apenas bañado en vino color rubí por dentro.

Visual: rojo picota, ribete cereza-transparente sin signos de agotamiento. Limpio, brillante, de muy buena capa. Muy buena lágrima.

Nariz: algo cerrado de entrada. Dándole 15-20 minutos empieza a sacar cosas. Fruta negra licorosa de buena intensidad, especias, regaliz, mentolados-balsámicos, tabaco rubio, tostados sutiles, algún torrefacto y cacao, pimienta negra, sotobosque y tierra húmeda muy sutiles. Buena complejidad que requiere de cierta calma para dar lo mejor de sí.

Boca: entrada sabrosa, estructurada, de buen volumen y cuerpo. Excelente acidez. Taninos perceptibles y que auguran algunos años todavía de vida en botella pero que, sin embargo, son dulces y para nada desagradables (muy al contrario). Final largo, que te deja con un ligerísimo amargor muy rico que invita a otra copa.

Fantástica garnacha que ha gustado mucho a quienes la hemos disfrutado hoy. Es un vino que, sin embargo, requiere tiempo entre el descorche y el disfrute pues, de lo contrario, la nariz aparece cerrada. Idealmente debería descorcharse entre 30-60 minutos antes de su consumo para que dé lo mejor de sí.

La RCP (14-16 euros/botella) me parece correcta para su calidad.

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