Santiaguinho, aún tienes granos, hijo.

Pálido color brillante con leves tonos verdosos e irisaciones aceradas.

Aroma a flor blanca (margaritas), con notas finas y elegantes como son siempre las hierbas de tocador (lavanda), y cítricos amargosos (pomelo).

En boca resulta cítrico, muy fresco, vivaz, con una gran acidez, y un postgusto amargoso.

Menos graso y más verdoso que la anterior añada. A ver si un poquito más de botella le va bien.

Recomendado por 1 usuario

Cookies en verema.com

Utilizamos cookies propias y de terceros con finalidades analíticas y para mostrarte publicidad relacionada con tus preferencias a partir de tus hábitos de navegación y tu perfil. Puedes configurar o rechazar las cookies haciendo click en “Configuración de cookies”. También puedes aceptar todas las cookies pulsando el botón “Aceptar”. Para más información puedes visitar nuestra Ver política de cookies.

Aceptar