Me gusta esta añada en Viña Ardanza.

Nos adentramos como novedad en este vino la diferencia de crianza de la garnacha a la tempranillo, reduciendo a 30 meses la permanencia en barrica de la garnacha. Desconozco y habrá que preguntar si ha sido la añada, o será una línea a seguir por parte de la bodega.

Tenemos como base el reserva especial del 2001, tras no sacar al mercado 2002 y 2003, y que personalmente me ha gustado, por lo que la cota y expectación son altas.

Como bien comentaba Jose Contreras, la intensidad de material colorante ha subido, se muestra con mayor presencia de tonos picota y cuerpo.

El ribete nos muestra su crianza sin lugar a dudas, un color espléndido que define a la perfección un vino de larga crianza, donde destaco su faja.
Conserva el perfume tan característico de este vino, intenso en sus aromas, rico en matices, donde apreciamos claramente notas primarias, secundarias y terciarias.
Primaria, esa fruta negra se presenta muy entera, con buena madurez, pero alejado de notas licorosas, donde aparecen aromas especiados como regaliz y toque de sándalo.
Secundarios de inicio una ligerísima nota láctea que ha desaparecido prácticamente al romper el vino en la copa.
Terciarias su virtud, la unión de la fruta y las notas de crianza en barrica, dulces chocolates, destacando aromas de cuero, frutos secos y clavo.

Su conjunto armonioso y equilibrado en aromas y sabores. Frescura, un vino a pesar de su intensidad de aromas que se reproducen en boca, no es cansino, invita al trago. Taninos sedoso, nobles y maduros, muestra su redondez. Acidez exquisita por permanecer alta, pero conjuntada a la perfección con el alcohol. Equilibrado y con muy buen final, un vino de sobre