Amontillado sanluqueño de marcada elegancia
Ambarino claro con destellos cobrizos.
En nariz es intenso, profundo, perfumado y esencial. Avellanas, barnices, piel de naranja en confitura, maderas finas, crema pastelera, mazapán. Continuas capas van apareciendo con frutas maduras, orejones, tabaco de pipa, especias, en fin, una nariz que constituye un auténtico perfume por sí misma.
En boca es una delicia por su proverbial elegancia y equilibrio, es seco y ligeramente salino pero destaca por su redondez y su paso firme y a la vez ligero, tiene la prestancia de los vinos más viejos y la frescura de los menos envejecidos. Final largo y persistente, dejando sus recuerdos de frutos secos amargos y maderas nobles, quedando una larga persistencia.
Brutal amontillado sanluqueño procedente de la Solera 1/10 de La Guita, no embotellada desde 1980 y que nuestros amigos del Equipo Navazos sacaron a la luz como la Bota 31, sin duda una de las más celebradas. Un vino que porta una elegancia imperial y un tronío difícil de igualar. Un auténtico lujo.