Última botella de este vino que ha ido a mejor con el paso de los años.
Botella bordelesa común con etiquetado poco destacable.
Corcho de calidad, largo (5 cm), grueso y de calidad. Bañado en vino por el interior menos de 1 mm (casi nada para un vino de 12 años), rojo picota granatoso oscuro. Huele muy bien.
Decantamos 1 hora y media antes de consumirlo.
Visual
Picota de capa entre media-alta y alta, ribete cereza-granatoso con algún destello atejado, limpio, brillante y de buena lágrima, abundante, fina y de lenta caída.
Excelente corcho y visual para un Ribera Reserva de 12 años. (9,5).
Nariz
De muy buena intensidad a fruta negra madura licorosa, especias dulces, balsámico-mentolados, clavo, toffee, chocolate, café torrecfacto, canela, vainillas, cacaos, cocos, herbáceos, tostados de finas maderas, toques minerales, tinta china y suave tabaco rubio y cueros.
Muy buena intensidad, definición y complejidad de aromas. (9,2)
Boca
Ataque potente y rotundo, de buena y elegante contundencia, seco pero sabroso, con fruta negra madura, buena acidez a sus 12 años, expansivo en boca, de buen cuerpo y estupenda estructura, buen volumen y densidad. El paso por boca es muy grato con taninos bastante dulces y pulidos ya pero aún con garra.
El final es de buena longitud con notas de fruta negra madura, cacao, chocolate, tostados, finas maderas, herbáceos, especias dulces y mentolado-balsámicos en un retrogusto excelente; en vía retronasal se repiten sensaciones y aparecen también notas de cueros, toques minerales, tinta china y algo de tabaco rubio que lo rematan excepcionalmente bien. (9,3)
No esperaba estuviera tan bueno este vino a sus 12 años. Desde luego, bastante superior a lo que era en 2012-2013 y 2014. Ha mejorado con el paso de los años de un buen vino a un vino excelente en calidad y RCP.
Creo que está en su mejor momento aunque da la impresión de que podría aguantar 2-3 años más en muy buenas condiciones de consumo.