De color zaino de capa alta, tapado, reflejos yodados. Presenta diminutas partículas en suspensión, turbio, lágrimas finas, mancha la copa.

Nariz de impresión. Aromas tostados y un sinfin aroma de fruta negra confitada, ciruelas maceradas, algarroba, café quemado, azúcar caramelizado, balsámicos, regaliz, clavo, pimienta negra ahumada, ceniza, hoja de puro. Amplio y con matices de crianza. Aparecen notas avainilladas, tarta al whisky, cremosos, bollería.

En boca es de una concentración difícil de creer. Amplísimo, esférico, lleno de matices de solera, amargosos elegantísimos, tostados, frutos secos y una acidez cortante que eleva el conjunto a un nivel de calidad único. La redondez es máxima, los taninos puro terciopelo, la fruta es pura y mágica. Se bebe con fascinación. Un vino de otra galaxia. El mejor rancio francés probado a día de hoy. Roza la perfección y no hay posible maridaje. Majestuoso!!!

Más información del vino: http://vinosclasicos.blogspot.com.es/2013/04/cuvee-salomo-noell-1930.html

Vuelta de tuerca a los viejos rancios de Rivesaltes. Recuerda la tintilla de rota de Lustau pero con un perfil totalmente diferente. Enorme potencia y concentración, aromas de moca, tueste de frutos secos, especias dulces, bizcocho borracho, canela fina. En boca es eterno, esférico, elegante, algo dulce con unos taninos perfectos, acariciantes. Hay notas ligeramente amargosas y de regaliz Zara sobre un fondo acidulce, azúcar caramelizado, mucha pureza y profundidad. El alcohol desaparecido, enorme acidez, vivísimo... Un postre en sí mismo, los matices de solera están integrados en el conjunto. Hace soñar!!!