Ribera del Ason 2011 muestra un carácter evolutivo que se enriquece año tras año, el vino que hace unos cuantos años mostraba ese perfil innato de la juventud del viñedo, se esta convirtiendo en una asentada propuesta con personalizad propia, ofrecida sin duda por un marco Cántabro en el que la mayoría de edad de sus cepas, la orografia acertadamente aprovechada de sus plantaciones, el terruño, el microclima, y el mimo con el que la familia Duran tratan todos lo procesos, dan como resultado un vinito de los que sorprenden, este 2011 de color amarillo pálido y encandilantes reflejos verdosos, en nariz muestra una explosión de frutas tropicales con apuntes de pera, manzana verde y pinceladas florales, ya en boca su entrada es golosa, fresca, con una untuosidad y acidez de las que enamoran, todo esa sinfonía de fragancias y sensaciones táctiles en boca, incluso cual apoteósico final se acentúan en retronasal mostrando una gran intensidad, dejando un final largo de esos que tienden a convertirse en los principios de la siguiente copa, ya que este vino invita y mucho a repetir…Sin duda estamos ante uno de los grandes vinos de la Tierra Costa Cantabria de producción muy limitada que le hace portar el estandarte de la exclusividad y los que “pacemos” por estos lares tenemos la suerte de degustar…enhorabuena a esta familia de Vitivinicultores, una bodega que sin duda va dar muchísimo que hablar, sino al tiempo…
De color amarillo palido con reflejos verdosos y lagrima con cierta densidad.
En nariz se muestra muy expresivo, con gran presencia de manzana verde, pera, notas herbaceas y florales y cierto toque citrico.
En boca tiene una entrada fresca y afrutada, con muy buena acidez y un postgusto de medio recorrido con recuerdos de esa manzana y un leve amargor final, muy rico.
Se nota que están haciendo las cosas muy bien en esta bodega, porque la mejoría añada tras añada es espectacular.
A la vista se muestra con un color amarillo pajizo con ribetes y destellos verdosos y otros ligeramente dorados pálidos, limpios y brillantes.
En la nariz tiene una intensidad media, con fruta fresca, detalles de cítricos y algún atisbo de panadería fina.
Al paso por la boca es fresco, con una buena acidez, destacando una ligereza y en conjunto armonioso.
Fase final media a larga, predominando el frescor.
Este vino va mejorando año a año.
Botella con etiqueta de fondo blanco y letras del nombre y racimo verde, contraetiqueta con suficiente información, predominando de nuevo el color verde vivo.