Muy fino

Rojo picota con trazas oscuras. Muy cubierto. Limpio y brillante.
Los aromas que dominan al principio se muestran algo cerrados, con presencia de laca de uñas y un leve deje frutal. Esperamos, movemos la copa y el vino abre. Es aquí cuando encontramos mucha más fruta, sobre todo negra, cassis, mina de lapicero, regaliz, atisbos balsámicos y mentolados, tabaco de pipa, chocolate amargo, vainilla, recuerdos terciarios y piedras.
Boca elegante, con impronta alcohólica y un tanino aterciopelado. Entrada balanceada y noble, con gran acidez. Identificamos moras, grosellas, paluluz, grafito, After Eight, ahumados, ebanistería, barniz, tabaco y mineralidad.
Final largo y distinguido que mezcla un matiz primario y otro a madera.
Un vino con seis años que se encuentra en un momento esplendoroso. La barrica hace acto de presencia, pero en los vinos de Mariano García ésta es su sello de identidad. De todas formas, la añada 2007 en este vino apuesto a que envejecerá de maravilla, y que en un tiempo, los que hayamos guardado botellas nos encontraremos con algo muy serio.