Excelente y en momento sublime de consumo

Corcho muy flexible, de buena longitud y grosor y ancho por el interior aunque bañado en vino de color rojo picota hasta casi 1 cm ya.

Visual: rojo picota de capa media-alta, ribete granate-cereza-transparente con ligeros destellos atejados. Buena lágrima, limpio y brillante. No muy evolucionado para casi 6 años.

Nariz: buena intensidad, fruta negra y algo de roja madura, maderas finas, regaliz, lácteos, laurel, vainilla, coco, especias varias, clavo, caja de puros, pimienta negra, chocolates y bombón de licor junto a un toque de café torrefacto. Maduro, complejo y redondo en nariz.

Boca: entrada suave, sabrosa, golosa y aterciopelada. Se nota el tanino con margen de pulido aún pero que, en cualquier caso, está muy rico. Muy buena acidez, elevada para un tinto de la Ribera del Duero con casi 6 años de vida. Paso por boca excelente a fruta madura con fondo de madera, regaliz, especiados y chocolates muy rico. Final largo que deja rastro en boca y retronasal e invita a seguir bebiendo y disfrutando.

Un vino estupendo año tras año pero que, si cabe, en esta añada 2009 (de las mejores de los últimos 15 años), está, como se suele decir, "que se sale". En momento óptimo-sublime de consumo pero con un margen de evolución y aguante en botella de, al menos, un lustro, es decir, en 2020, bien conservado, debe estar todavía muy bueno dada su elevada acidez y potente tanino.

Crianza de Ribera del Duero de sobresaliente.