Raro, pero muy bueno
La elaboración es curiosa: La garnacha negra se ha prensado en frío a muy baja presión y con mucha suavidad, y el mosto obtenido se ha puesto a macerar unas cuantas horas sobre las pieles de la garnacha blanca que se ha prensado previamente siguiendo el mismo procedimiento. Posteriormente se ha hecho un desfangado estático y se ha pasado a fermentar el mosto claro en depósito de acero inoxidable a temperatura controlada. Al finalizar la fermentación alcohólica se ha dejado el vino con las lías finas durante tres meses, seguido posteriormente con una clarificación muy suave, estabilización tartárica por frío en cámara frigorífica y, para acabar, una filtración suave para eliminar cristales de tartrato potásico.
Muy buena intensidad. Fruta de hueso, fruta tropical, mandarina, notas de miel, especias dulces y un toque de avellana.
En boca, fresco, amplio, goloso, muy buena acidez, toque cítrico con un punto dulce. Post-gusto muy largo a cítricos dulces.
Para los que estén interesados, ahora mismo no hay existencias en la página web de la bodega.