R-evolución

Empezando por la etiqueta que ya me encanta... color amarillo con reflejos verdosos, muy brillante, una preciosidad. En nariz es muy mineral, hay fruta blanca, frutas con hueso, toques herbáceos, cítricos, amielados. En boca es potente, untuoso, con una excelente acidez que aún le hará evolucionar (mejorará???), un puntito dulzón, notables amargos y bastante largo. Ahora mismo está en un gran momento de forma.

Aquellos que pensábamos que los vinos blancos españoles sin barrica eran para consumo inmediato hemos aprendido una lección, yo por lo menos. Este vino es un ejemplo de que cuando se hacen bien las cosas uno se lleva agradables sorpresas. Tengo un par de botellas más por casa. A ver si puedo aguantar una hasta el año que viene y la otra la olvido en el fondo de la vinoteca, que tengo curiosidad de ver hasta dónde puede llegar este Tricó.