Buena presencia

Catado en la propia bodega junto a los otros vinos de la bodega de Cofita.
La presencia en copa, es imponente: picota muy oscuro con una capa muy alta y un ribete muy fino en en el cristal. Lágrima densa, muy fina y abundante.
Cabe decir que resulta, al igual que la añada anterior, un vino bastante concentrado. Necesita bastante aireación, pues la fruta está muy "aprisionada" en la botella y desde luego es muy aconsejable el decantado y además con una hora como mínimo.
En nuestro caso, y en concreto en la visita a la bodega, se procedió al descorche y posterior degustación. Mucha fruta negra muy madura, toffee, café; pasificados por aquí y por allá...Al cabo de una hora y pico el vino estaba mucho mejor. En todo caso, me repito en al conveniencia del decantador.
Al contrario del Crianza, y a pesar de tener bastante más reposo en el roble que su hermano pequeño, la madera casi pasa inadvertida con tanta fruta madura; tanto en nariz como en boca.
Eso sí: luce buen ataque y llena bastante la boca. De nuevo frutal, con buen cuerpo y mejor longitud. Acidez media y un final bastante persistente de fruta madura y vegetal.
Pagamos a 9€ la botella en bodega. Me pareció muy bien.