Saca 2015: Fino filipino

Dorado intenso limpio y brillante.
Buena intensidad en nariz donde se muestra en plenitud desde un primer momento, complejo, fresco, encantador. Notas punzantes y aldehídicas, frutos secos, brisa marina, trazas minerales, infusión de camomila, esparto, recuerdos herbáceos, especias blancas. Alcohol apenas perceptible.
En boca resulta pleno, directo, un vino que deja huella por su enorme equilibrio entre frescura y peso, lleno de fuerza perfectamente dosificada. Paso firme y concentrado, largo y desarrollado en el final donde nos deja recuerdos de frutos secos amargos volviendo la presencia mineral. Persistente.
Nueva saca de este maravilloso trabajo de encaste de soleras que el amigo Antonio Flores realiza concienzudamente año tras año para elaborar uno de los finos más convincentes que podemos encontrarnos, un perfecto balance entre la frescura, fuerza y complejidad. Delicioso con múltiples armonías. Unos 15 euros, excelente RCP.