Última botella: excelente Ribera, mejor aún que la anterior botella

Botella bordelesa de hombros anchos y vidrio grueso de cierto peso. Etiquetado clásico de este vino con buena información en contraetiqueta.

Corcho de muy buena longitud (4,9 cm) y gran calidad, ancho, sobre todo por el interior, poco bañado en vino granate hasta 1-3 mm por algunas zonas. Huele muy bien. De libro.

Sacado de vinoteca a unos 16-17ºC y decantado un par de horas antes de disfrutarlo. Jugamos con una cubitera para que el vino no se nos vaya de temperatura.

Servido en copa borgoña ancha tipo balón.

Visual

Picota de capa media-alta, ribete atejado-transparente, limpio, brillante y de fina y bonita lágrima de lenta caída.

Muy buena visual para sus 12 años, excelente botella y gran corcho. (9,3)

Nariz

Desde el inicio, de intensidad alta, con fruta roja y negra madura, potentes herbáceos de monte bajo, abundantes balsámico-mentolados, especias dulces, clavo, vainilla, regaliz, laurel, un punto de resina de pino, nuez moscada, pimienta negra, suaves tostados de finas maderas de gran calidad, cacao, toffee, torrefactos, abundante tabaco rubio y un buen punto mineral (mina de lápiz, grafito y granito).

Gran nariz la de este vino, con muy buen equilibrio y elegancia, con todo perfectamente integrado y muy buena intensidad. Un Ribera con ciertos años de libro y muy bien hecho. (9,4)

Boca

Ataque frutalmente maduro, potente y contundente pero, a la vez, sedoso y elegante, de buena acidez, seco, sabroso, balsámico, de buen volumen, densidad media-alta, gran cuerpo y magnífica estructura.

El paso por boca es muy amable, elegante, equilibrado y agradable, redondo, de taninos con ligero nervio todavía pero ya muy bien pulidos, dulces y redondeados. Una delicia.

El final es de gran longitud, con fruta roja y negra madura muy levemente amargosa, especias, mentolados, herbáceos, toffee, pimienta negra, un leve punto mineral y un muy agradable fondo tostado que deja un retrogusto excelente; en vía retronasal aparecen, además, notas balsámicas, de abundante tabaco rubio, laurel, resina de pino y con notas de monte bajo que lo redondean fantásticamente bien.

Gran boca la de este vino. En plenitud dentro de su fase de madurez: sin aristas, sin verdores, sin defectos, todo equilibrio, elegancia y redondez. Al máximo que este Torresilo 2008 es capaz de ofrecer. (9,4)

Armonizó muy bien con unos huevos rotos con patatas y pimientos de Padrón, así como con una fenomenal ternera gallega.

Era, creo, mi última botella ya y estoy contento de haberla podido disfrutar en su máximo esplendor y con el máximo desarrollo posible en botella sin que el vino decayera.

Podría, quizás, aguantar 2-3 años más, pero creo que está en un momento magnífico.

Muy buena RCP para lo que ofrece (las añadas recientes, han bajado considerablemente de precio, del entorno de los 35-40€ de antes, a los 22-28€ de ahora).