Delicioso desequilibrio
Adentrándonos en la Terra Alta, y por consejo de la amiga Carme, adquirí este interesante tinto, mezcla de Garnacha (mayoritaria) y Syrah.
Realmente ha sido un gusto el poder haberlo bedido y casi puedo decir que un buen hallazgo dentro de esta D.O. catalana. Y un hallazgo con futuro por delante.
Viste un color picota bastante oscuro en la copa. Capa media-alta; ribete de buen brillo y una lágrima suave, no excesivamente marcada en el cristal, ligeramente tinta.
La nariz es muy resultona y explica ese "desequilibrio" que comentaba en el enunciado. Buena intensidad. Asoma la Garnacha Tinta más madura: notas de ciruelas negras, moras negras. Toques de licor que recuerdan a los "Mon Cherry" (guindas en licor bañadas de chocolate). Antes, se aprecian los higos frescos bastante aromáticos. Básicamente todo esto, que no es poco...
En cambio, la boca resulta refrescante. Buena carga de acidez, con algunas aristas alcohólicas que el tiempo pondrá (y pulirá) en su sitio. No obstante, resulta agradable. La Syrah (algo ensombrecida en nariz), aporta toques de especias, minerales y vegetales en esta fase, creando esa diferencia/mutación de la fase olfativa a la gustativa. Final de cierta persistencia, donde se perciben dejes torrefactos y tostados.
Me ha gustado mucho, y además, habida cuenta de un precio honesto y consecuente a lo que ofrece.
Repetiré.
Graciés, Carme.