Una desagradable sorpresa.

Color cereza-rosado.
Aroma de buena intensidad a frutos rojos maduros y con buena extracción, especias dulces muy presentes, flores, toques verdes y de monte bajo, minerales, musgos, la nariz compleja, intensa y claramente borgoñona.
En boca es frutal, el paso de boca algo agradable pero con aristas de acidez elevada, que no se si se puliran con el tiempoe en botella, largo el recorrido pero con altibajos, el retronasal bastante bueno, el final largo y con persistencia especiada y con toques amargosos.
La nariz es muy borgoñona, yo apostaría que ni los iniciados, podrían distinguir los aromas de este vino, con respecto de un borgoña de 40-80 €.
La boca queda dicho que es un "pequeño desastre".
No es buena la RCP, ya que cuesta sobre los 40-50 €, el corcho un 7,5